Problemas
metodológicos (3° parte) / Autor: Hernán Miguel
Método Hipotético-deductivo:
Cuando Harvey propuso la
existencia de vasos capilares que conectaban las arterias con las venas de modo
que la sangre circulaba en un solo sentido, no estaba generalizando las
observaciones previas. No podía hacerlo debido a que los vasos capilares no se
veían. Nadie los había observado. De modo que una ley que dijera:
"Todos los
individuos poseen vasos capilares que conectan las arterias con las venas"
… no podría ser llamada «afirmación empírica
general» ni «ley empírica.
Como los vasos capilares no son observables (no se observan a simple vista. Malpighi
confirmó su existencia con el uso de un microscopio en 1661), Harvey tuvo que
postular su existencia en vez de mostrarla. Por lo tanto, no podemos decir que
el proceso que llevó a Harvey a proponer tal hipótesis fue un método inductivo.
Harvey tuvo que realizar un acto creativo, un salto creativo. Tuvo que conjeturar la existencia de una
entidad que no era observable (al menos para esa época). Tuvo que
postular una «entidad teórica» para su explicación de la
circulación sanguínea.
Por esto diremos que existe otro nivel de
afirmaciones además de los que hemos mostrado (nivel I: afirmaciones empíricas
singulares; nivel II: afirmaciones empíricas generales): el nivel III, cuyas
afirmaciones se refieren a alguna entidad teórica. Como estas afirmaciones son
generales, son las que expresarán
las «leyes teóricas». Si todas las entidades aludidas
por la ley son teóricas, diremos que es una ley teórica «pura»,
y, si la ley contiene términos teóricos (que refieren a entidades
teóricas) y también términos observacionales, diremos que es una ley teórica «mixta».
Está claro que no podríamos hacer una
generalización de ningún conjunto de observaciones que nos llevara a enunciar
una ley teórica. Si la inducción es el proceso de generalizar las observaciones
para obtener una ley, esta ley no podrá referirse a ninguna entidad que no
estuviera ya contenida en las observaciones. De este modo, el método inductivo no puede dar
cuenta de la formulación de leyes que aluden a entidades teóricas.
Dejemos para más adelante el análisis que se
refiere a cuándo una entidad es teórica y cuándo es observable. Lo expresado
hasta aquí sugiere que debemos dar otra descripción del modo en que se generan
las hipótesis.
A partir de consideraciones como las
anteriores, una corriente de la filosofía de las ciencias sostiene que la obtención de leyes, ya sean
éstas teóricas o empíricas, involucra un salto creativo.
Sostienen que la formulación de una ley no es
la generalización de las observaciones, ya que no se necesita un gran número de
observaciones para proponer una hipótesis. De hecho, nada impide que un
científico proponga la ley:
"Todos los
individuos poseen arterias cuyas secciones disminuyen con la distancia al
corazón"
…, después de haber realizado una única observación. No es correcto hablar de
inducción en la obtención de la ley a partir de un solo caso. Aun así,
si el científico generaliza a partir de observaciones (o incluso a partir de
una observación), esta misma generalización involucra el salto creativo que significa
suponer que para infinitos casos ocurrirá lo observado en algunos.
A partir de estos argumentos, existe una
corriente que no acepta el método inductivo como explicación del modo en que
los científicos llegan a formular sus leyes.
Denominaremos a esta nueva postura «Descripción
Hipotético-Deductivista de la Ciencia» para distinguirla de la «Descripción
ínductivista de la Ciencia». Aunque la diferencia entre estas posturas se
introdujo a partir de un ejemplo de ley teórica, es preciso recordar que ambas
corrientes también disienten en la forma de describir la obtención de las leyes
empíricas.
Podríamos decir que el proceso de formación
de hipótesis según la corriente hipotético-deductivista
se esquematiza como sigue:
En síntesis, según la descripción hipotético-deductiva, la formulación de toda ley
o conjunto de leyes conlleva
un salto creativo por parte del que la formula. Una vez formuladas dichas leyes, se
extraerán de ellas por deducción algunas
conclusiones o consecuencias que permitan la confrontación de esas leyes
con la experiencia.
El método de contrastación de hipótesis:
Ya sea que las leyes se obtengan
por «inducción» o por «salto creativo», lo que de seguro ambas corrientes
acordarán es que se deben «poner
a prueba» para determinar si estas hipótesis son verdaderas o falsas en
el sentido de verse confirmadas por los hechos o no.
Aunque en este aspecto (contexto de
justificación) han surgido diferencias entre ambas corrientes, recién nos
interesaremos por ellas más adelante. Plantearemos en rasgos generales de qué
modo pondríamos a prueba una hipótesis y qué resultados esperamos obtener de
esta puesta a prueba.
Supongamos que queremos poner a prueba la
ley:
"Todos los
individuos poseen arterias cuyas secciones disminuyen con la distancia al
corazón".
Si esta ley se nos ocurrió a partir de la
observación de las arterías de los pacientes 1, 2 y 3, una puesta a prueba de
la ley sería fijarnos si se cumple para esos mismos pacientes, lo cual es una
condición primordial para que la hipótesis se sostenga. En este sentido decimos
que la hipótesis propuesta
debe explicar las observaciones ya realizadas. Así la propuesta de la
hipótesis se ve restringida por el conjunto de observaciones disponibles. El
paso siguiente es la puesta a prueba de la hipótesis confrontándola con algún caso que todavía no ha
sido observado. En estas circunstancias la hipótesis, aun cuando haya
podido explicar las observaciones anteriores, podría fallar. Esta puesta a
prueba consiste entonces en averiguar si las predicciones que se extraen de la hipótesis se
cumplen o no.
Si la ley es verdadera y se refiere a todos
los casos, entonces también valdrá para el caso del paciente 4, que cumple con
las condiciones típicas que cumplían los pacientes 1, 2 y 3.
Con este razonamiento (cuya validez daremos por
aceptada) «predecimos» que "el paciente 4 tiene arterias cuyas secciones
disminuyen según la distancia al corazón".
Hemos deducido un enunciado de observación (de nivel I) a partir de una ley empírica
(enunciado de nivel II). A este enunciado de observación que hemos deducido de
la ley lo llamaremos «consecuencia
observacional» (C.O.).
Ahora se plantean dos
posibles resultados. O bien el paciente 4 presenta las arterias según lo dice
el enunciado anterior (C.O.), o bien presenta otras características que hacen
que el enunciado sea falso. Por ejemplo, observamos las arterias del paciente 4
y establecemos que la sección de las arterias permanece constante no importa
cuan lejos del corazón se hallen las secciones medidas. En este caso diremos
que la consecuencia observacional no se cumple o bien que es falsa.
Pero la ley pretendía ser verdadera para todos
los casos, de modo que si en uno de los casos no se observa lo que predice la
ley, diremos que es falsa. Para ser más exactos, diremos que si una de sus consecuencias
observacionales es falsa, entonces- la ley ha sido refutada. Vemos que la refutación de una ley consiste en
que una de sus consecuencias observacionales no se cumpla.
Ahora bien, ¿qué
podríamos decir si la inspección del paciente 4 confirmara la consecuencia
observacional? ¿Podríamos decir que la ley es verdadera? Lo que es seguro es
que a partir de confirmar la consecuencia observacional no hemos refutado la
hipótesis, así que las
evidencias con que contamos hasta el momento son compatibles con que la ley sea
verdadera. Sin embargo, como la ley pretende ser aplicable a infinitos
casos, no podemos saber si en alguna oportunidad será refutada.
Podremos confirmar muchas de sus consecuencias
observacionales y todavía quedará la posibilidad de que, en el futuro, alguna
consecuencia observacional indique una refutación. Por este motivo es que no podremos «verificar» una ley (afirmación
general) sino que sólo podremos aspirar a obtener una «corroboración» de la misma. Diremos que una hipótesis ha sido «corroborada» cada vez
que una de sus consecuencias observacionales se verifique
(siempre que no haya sido refutada previamente).
Actividades:
- ¿En qué se distinguen las Leyes empíricas de las teóricas? ¿Cuándo se habla de una Ley «mixta»?
- ¿Qué limitación concreta posee el método inductivo y cómo puede entonces superarse dicha dificultad?
- ¿Cómo se describe entonces el «método hipotético-deductivo»?
- ¿Qué es una «consecuencia observacional»?
- ¿En qué se distingue la «verificación» de la «corroboración»?
- Dadas las siguientes hipótesis: “Todos los estudiantes se comportan adecuadamente en presencia de quienes ven como autoridad dentro de la escuela”; “La mayor parte de los jóvenes que van a la escuela solo estudian para safar”. Deduce al menos 3 consecuencias observacionales de cada una de ellas.
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