lunes, 28 de mayo de 2012

Introducción a la metodología de las ciencias naturales (continuación):


Problemas metodológicos (2° parte) / Autor: Hernán Miguel

El contexto de descubrimiento y el contexto de justificación:

Toda práctica científica involucra distintos tipos de actividades de las cuales pueden distinguirse dos ámbitos diferentes:

1)  el ámbito de la «creación» y puesta a «prueba» de una teoría
2) el ámbito de la «aplicación» de las teorías

En el primero de estos ámbitos («creación» y puesta a «prueba» de la teoría) encontramos la actividad que los científicos desarrollan cuando necesitan dar cuenta de algunos fenómenos y generan alguna propuesta explicativa. Cada propuesta se evalúa por sus consecuencias de modo que, al tiempo que se proponen hipótesis, éstas se van poniendo a prueba frente a las nuevas observaciones.
El segundo de los ámbitos («aplicación» de la teoría) da cuenta de cómo se usan las teorías para resolver problemas, ya sean técnicos o problemas que, al ser resueltos, completan la descripción del mundo que esa teoría pretende dar. En este ámbito no se pretende poner a prueba la teoría sino que se cuenta con ella para obtener ciertos resultados técnicos o prácticos.
A su vez, dentro del ámbito de la creación o generación de la teoría, podemos distinguir dos aspectos bien diferenciados:

1) la «propuesta» de la teoría
2) la «puesta a prueba» de la teoría.

A estos dos aspectos se los llama: «contexto del descubrimiento» y «contexto de justificación» respectiva­mente. Como habíamos anticipado, la propuesta de una teoría se puede hacer sobre la base de datos existentes con lo cual la adecuación de la teoría a esos datos es en sí misma una manera de ponerla a prueba inicialmente. Sea de este modo o sea que la teoría es previa a alguna colección de datos, será necesario cotejar la teoría con los datos que se recaben pos­teriormente para confirmarla o bien para corregirla. Es así que los contex­tos de descubrimiento y justificación están enlazados en un juego de ali­mentación mutua: los nuevos datos sirven de base para generar nuevas hipótesis que seguidamente se ponen a prueba dando resultados que a su vez pueden generar la necesidad de nuevas hipótesis.
Pero aunque los contextos de «descubrimiento» y «justificación» se encuentren tan interrelacionados podemos hacer una distinción en el obje­ tivo que se persigue en cada uno de estos dos aspectos.
En el contexto de «descubrimiento» el científico propone hipótesis para explicar algún tipo de fenómeno.
En el de «justificación» se preocupa de ver si esa explicación es adecuada ya que se ajusta a los datos.

Podríamos decir, sin ahondar en detalles, que una teoría científica pre­tende dar explicaciones de ciertos sucesos ocurridos o que tienen lugar frecuentemente, y además predecir acontecimientos que todavía no han ocurrido, de modo de tener una aplicación directa sobre aquello a lo que la teoría se refiere.
Como un ejemplo podemos citar a las teorías económicas. Dichas teorías nos permiten predecir el tipo de efecto que podría tener en las exportaciones la inclusión de cierto impuesto nuevo. Así, las predicciones a partir de las teorías científicas nos permitirían calcular la incidencia en la balanza de pagos de la inclusión de nuevos impuestos y con estos resul­tados podemos decidir la inclusión o no de tales impuestos.
Estas predicciones, junto con todas las que se relacionan con el desarro­llo de las técnicas y la tecnología asociadas a la teoría, son parte del trabajo típico que los científicos realizan en el ámbito de aplicación de la teoría. Sin embargo, lo que nos ocupa en esta sección es la forma en que se llega a con­formar una teoría.
Tal como hemos señalado más arriba, el ámbito de la «creación» o for­mación de la teoría, muestra dos contextos: el «contexto del descubrimien­to» y el «contexto de justificación».

Llamamos «contexto del descubrimien­to» al que se corresponde con la etapa en que los científicos proponen hipótesis que puedan servir para explicar un conjunto de observaciones.

Llamamos, en cambio, «contexto de justificación» al que se corresponde con la tarea de poner a prueba las hipótesis explicativas propuestas en la etapa anterior («contexto de descubrimiento»).

De modo que, en esta etapa, se pretende averiguar si la hipótesis (o grupo de hipótesis) propuesta es confirmada o no por los hechos.

Método inductivo:

Parece razonable comenzar la descripción de la etapa de formación de la teoría (contexto del descubrimiento) mencionando algún conjunto de observaciones que motivó la necesidad de una teoría o hipótesis que lo explique. Es así como al observarse que las venas y las arterias llevaban sangre y que no tenían conexión visible entre ellas, en época de Galeno (siglo II) se propuso que el corazón bombeaba sangre hacia y desde los tejidos.
El conjunto de observaciones puede ser descrito por un conjunto de afirmaciones que relatan las características observadas en cada caso. Una observación, por ejemplo, es la referente al tamaño de las venas y de las arterias de determinado paciente. Si se agrupan varias observaciones del mismo tipo, y se descubre cierta constancia o regularidad en las mismas, como es el caso de que la sección de las arterias en todos los casos obser­vados disminuye según su distancia al corazón, se podría generalizar este resultado enunciando una posible ley:

"Todos los individuos poseen arterias cuyas secciones disminuyen con la distancia al corazón"

Llamaremos a este tipo de proposiciones:

«Afirmaciones empíricas gene­rales»

Utilizando la palabra «empírica» para indicar que la afirmación alude a «cosas observables», como lo son las venas, las arterias, el corazón, la distancia al corazón y las secciones de las venas y de las arterias. Además utilizaremos la palabra «general» para indicar que la afirmación tiene un «alcance general», es decir, se refiere a «todos los casos» posibles.
Como se ve esta hipótesis alude no solamente a los casos observados sino a todos los casos. En realidad se podría referir a infinitos casos.
Algunos de los casos aludidos serán aquellos que fueron registrados y que de alguna manera motivaron la formulación de la hipótesis.
Otros casos a los que alude la hipótesis no han sido observados, y lo que afirma la hipótesis sobre ellos constituye una «predicción».
Así, un conjunto de observaciones previas a toda teoría motivó la for­mulación de una hipótesis sobre cómo funcionaría el sistema circulatorio, de modo que las observaciones hechas hasta el momento quedarán com­pletamente explicadas a partir de esa hipótesis. Es decir que las observa­ciones realizadas pueden deducirse ahora de una ley.
Pero como además esta hipótesis se propone para todos los casos del mismo tipo y no solamente para los casos observados, se está afirmando algo en relación al sistema circulatorio, algo que excede las observaciones hechas hasta el momento. En consecuencia, al formular una hipótesis de tipo general se está afirmando que en todos los casos que se observaron y en todos los que se observen, el sistema circulatorio presentará las carac­terísticas mencionadas en la hipótesis (esto último alude al aspecto predictivo de una hipótesis).
Podríamos decir que, al formular una hipótesis de tipo general, se pasa de:

  • el nivel I de las «afirmaciones empíricas singulares»

al

  • nivel II de las «leyes empíricas».

Hasta aquí parece ser que una manera de obtener las leyes empíricas es generalizar a partir de un grupo de observaciones singulares que muestran cierta regularidad.
Este proceso se ha denominado «método inductivo» y una corriente de la filosofía de la ciencia ha sostenido que éste es el méto­do por el cual los científicos descubren las leyes empíricas. Según esta opinión, la forma en que los científicos obtienen tales leyes es observan­do un fenómeno en varias ocasiones diferentes, descubriendo cierta regu­laridad en tales observaciones y, completando este proceso por medio de una inferencia inductiva, se sugiere que esta regularidad se cumple no sólo para los casos observados sino para todos los casos posibles.
Podríamos decir que el «proceso de inducción» es el proceso de gene­ralizar la regularidad encontrada en un conjunto de observaciones que fueron realizadas dentro de una gran diversidad de condiciones.

En síntesis, según la descripción «inductivista», la formulación de las «leyes empíricas» consiste en encontrar una regularidad dentro del conjunto de las observaciones registradas y formular una generalización que ponga en evidencia esta regularidad. Este paso de las observaciones a las leyes empíricas se llama «inducción».
Luego, a partir de las leyes así obtenidas, se podrán deducir tanto el conjunto de enunciados de observación de que se disponía previamente como nuevos enunciados de observación aún no registrados (en este últi­mo caso es que hablamos de una predicción).

Actividades:

  1. Subraya las ideas principales del fragmento y realiza una síntesis de lo afirmado en el texto.
  2. Busca ejemplos de Leyes empíricas en diversas disciplinas (economía, medicina, sociología, biología, física, química, etc.).
  3. Elige una de ellas e investiga acerca de cuál fue su contexto (histórico) de descubrimiento, de justificación y de aplicación.  

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